Mi recomendada del día de hoy en #Cinetflix fue una película española, estrenada recientemente, que ha generado todo tipo de opiniones, se trata de La enfermedad del domingo, película escrita y dirigida por Ramón Salazar.
Anabel no ha tenido ningún contacto con su hija Chiara desde que esta tenía 8 años. Ahora, la hija abandonada y dolida ha reaparecido con una singular petición cuyos motivos poco o nada entiende la madre.
La historia se cuenta como una especie de thriller ya que desconocemos los verdaderos motivos tras la particular petición de Chiara, ¿qué desea?, ¿qué busca obtener? Al igual que le sucede a Anabel la información la iremos recibiendo a cuentagotas mientras se nos proporcionan algunos indicios. El guión, entonces, nos pone desde la perspectiva de la madre, que lidia con su culpa mientras busca descifrar los deseos de esta desconocida a la que, sin embargo, se siente atada, claro, más que por el amor, por la culpa.
Ramón Salazar nos presenta a los dos personajes de forma cuidadosa, cada detalle cuenta: cómo se visten, los objetos de los cuales se rodean, los lugares en donde habitan y las palabras que utilizan dan cuenta de sus diferencias, acentuadas, por los años de separación.
El título hace referencia, como lo ha explicado el director, a la sensación de profundo abatimiento y letargo que nos embarga los domingos cuando solo se puede esperar que llegue el lunes. Precisamente, en la película el tiempo parece detenerse, alrededor de la tensión y conflicto no resuelto entre estas dos mujeres que se buscan y repelen mientras 35 años de silencio cobran facturas, revelan culpas,obligan a aceptar responsabilidades y significar de nuevo ciertos momentos.
La historia prefiere en todo momento sugerir a explicar, por eso algunas acciones que pueden parecer inexplicables inicialmente, como aquella del perro sumergido en el fango, cobran sentido más adelante aunque nunca se aclaren explícitamente. Esto corresponde con la realidad vívida por las protagonistas en la que triunfó lo no dicho, el silencio durante 35 años por eso es tan significativo que no se escuchen ciertas cosas y que reine la ausencia de sonidos.
La fotografía a cargo de Ricardo García es impecable, se privilegian los grises y tonos oscuros en esta historia llena de claroscuros, de encierros emocionales, de lugares donde las mujeres son siempre extranjeras, visitantes que no consiguen pertenecer del todo y donde están, de alguna u otra manera, atrapadas.
Finalmente, La madre, ligada aquí también a la naturaleza, parece encarnar un umbral que permite el transito entre diferentes mundos. Lo femenino entonces sería la clave hacia la vida con sus sufrimientos y sutiles bellezas y, también, hacia la desaparición, la muerte y sus misterios insondables.
Intensa pero pausada, no apta para todo público, La enfermedad del domingo es una película que explora de una manera interesante y original una difícil relación madre-hija.