Skip to main content
BlogLiteratura

Sobre Almudena Grandes

By diciembre 4, 2021No Comments
Hace unos días me sorprendió la noticia de la muerte de Almudena Grandes.
Estremecida leí cuanto artículo pude sobre ella. Leí sus últimas columnas. Vi los mensajes de sus amigos y cercanos. Seguí su entierro de lejos y me conmoví con el dolor de tantos.
Pensé todos estos días qué tenía para decir yo sobre ella, yo que no hice parte de su círculo cercano, ni íntimo, yo que no fui su amiga, yo que solo fui lectora de algunos de sus libros. La respuesta parece sencilla, nada, pero no me parecía suficiente quizás porque una parte de mí sí se sentía en duelo.
Durante esta semana pensé en el lazo que une a los lectores con los escritores. Esa sensación de absoluta complicidad y perfecta sincronía que sucede cuando conectamos con una historia. Ese vínculo intangible que se crea cuando sentimos que estamos dialogando de una manera profunda e intensa con las palabras que están en ese papel. Puede que después uno no pueda recordar con detalles la historia que leyó pero la sensación de conexión con un libro no se olvida.
Sé donde estaba cuando leí los libros de Almudena (abusivamente la nombro con familiaridad, yo que nunca estreché su mano). No olvido las emociones que me produjeron sus historias y las veces, a lo largo de mi vida, que las he recordado y he reabierto sus libros en búsqueda de algún pasaje.
Es raro saber que ha muerto.
Cuando la vi, a lo lejos, en un conversatorio. Me pareció que era bellísima y divertida. Me gustaron sus respuestas, su desparpajo.
Siempre es raro pensar que alguien simplemente ya no está en el mundo así uno lo haya visto poco. La muerte sigue siendo ese gran misterio. Es aún más raro sentir que sus libros siguen en mi estante y que puedo, si quiero, volver a hablar de cierta manera con ella. Ahí están sus frases, sus palabras, letras en una hoja de papel que cobran vida y nos permiten conectarnos a pesar del tiempo, la distancia, a pesar de la muerte.
Se dice mucho que un escritor, un artista, no muere nunca porque sigue vivo a través de su obra. Suena a cliché, a frase vacía, pero basta abrir un libro para que suceda el milagro, para que sintamos que eso que está allí, esa frase escrita en soledad por alguien ilumina nuestra soledad de lector y nos revela un mundo en donde la muerte no consigue arrebatarnos todo.
Diana Ospina Obando

Diana Ospina Obando

Escribir, leer, ver películas, viajar...¿me faltó algo?