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Cine

Spider-man 3 (2007)Sam Raimi

By agosto 8, 2007mayo 6th, 2018No Comments

Que empiece la polémica. Al contrario de Javier y Pedro Felipe, con los que muchas veces suelo estar de acuerdo, en esta oportunidad difiero porque yo no encontré tan terrible la tercera entrega de Spider man, no solo eso si no que me  divertí y la encontré coherente con las anteriores entregas.

Recapitulemos: en la primera película el joven Peter Parker, un muchacho inteligente y tímido, es mordido por una misteriosa araña durante una visita escolar. A partir de ese momento su vida cambia, inicialmente, obnubilado por sus nuevas habilidades está decidido a usarlas en beneficio propio. La trágica muerte de su tío, por la cual se culpa, lo lleva a reflexionar sobre su misión en el mundo y sobre la utilidad que debe darle a sus nuevos super poderes. Descubre que tiene «una gran responsabilidad» y decide asumirla en beneficio de su comunidad asediada, por entonces, por los ataques de un malévolo personaje.

Lo primero es recordar algo simple pero que puede olvidarse facilmente y es que Parker es un adolescente, un muchacho en busca de su identidad y de autoafirmarse en el mundo. En ese sentido esta película es un primer paso en algo clave, que será el punto de partida del conflicto durante la segunda entrega, aceptar su diferencia.

Durante la segunda película, Parker, estudiante universitario empieza a estar fatigado por su azarosa e impredecible vida. Algo que me gusta mucho de este super héroe y que es un tema que se desarrolla ampliamente en el cómic es que Parker atraviesa dificiles problemas económicos. Subsiste con dificultad y en ese afán por poder pagar la renta y alimentarse vende fotos que el mismo se toma como el hombre araña al periódico para  el cual trabaja. Sus intereses artísticos son desechados por su jefe ansioso de figuración y dispuesto a mentir con tal de vender periódicos. Parker la pasa mal en esta segunda parte, y po lo tanto es normal que decida echar al traste la antigua  lección aprendida: ya no quiere más responsabilidades. Prefiere poder cortejar libremente a Mary Jane y sentir que tiene derecho a una vida propia.  Al final, tras un amago de pérdida de poderes, que se puede explicar desde un bloqueo psicológico, el personaje retoma su compromiso. Parker se está asumiendo como adulto, continúa su proceso de autodescubrimiento y aceptación de su diferencia. Aquel que lo ame deberá aceptarlo como es cosa que asume Mary Jane cuando escapa de la iglesia y le suelta su famoso «vamos tigre». El final de esa segunda entrega es luminoso, Parker afianzado, Mary Jane a su lado, solo enrarece tanta felicidad la sombra de su amigo sediento de venganza.

En esta tercera entrega nuestro arácnido héroe  enfrentará un nuevo reto: su soberbia. Y en esa medida la película mantiene la coherencia con las anteriores, a enemigos peligrosos que lo atacan y a escenas de acción y suspenso le anteceden o complementan divagaciones internas del protagonista. Por si esto fuera poco, la situación económica de Parker sigue sin mejorar y su relación con Mary Jane ha empezado a padecer el deterioro propio de cualquier romance sumado al hecho de que las múltiples responsabilidades del super héroe hacen muy díficil que pueda ocuparse de ella y sus dilemas. Me gustó que Mary Jane fracasara en Brodway , me gustó que no fuera siempre lo mismo: personajes exitosos  radiantes, amores felices. La relación  entre los dos luce cansada: cosa que criticaron varios, pero a mí me parece intencional y arriesgado.

Efectivamente, el amor y confianza se han visto deteriorados. En su ataque de egomalomanía Parker solo puede verse a sí mismo, Mary Jane devastada se siente sola y el más inesperado touché a la relación fue la parodia del beso que marcó un hito en la primera entrega y que aquí es rebajado. Parker enceguecido al fin se la creyó: soy un super héroe, me merezco la gloria y los reconocimientos.

Indiscutiblemente humano Spider man se convertirá en su peor enemigo y en esa medida la extraña criatura negra que lo domina no es más que una métafora de los oscuros y egoístas sentimientos que empiezan a poseerlo. Ansía poder, mujeres, vengarse del desamor supuesto desamor de Mary Jane, vengar con sevicia a su tío,  su causa se ha desviado.

En esta tercera parte el superhéroe descubrirá que su poder puede convertirse en su mayor flaqueza y que las ansias de venganza nos enceguecen por completo. Todos los protagonistas de esta tercera parte se debaten entre lo que podría considerarse justo y sus deseos o sentimientos más profundos. La película termina por hablarnos de elecciones, de cómo finalmente somos dueños de nuestro destino y de cómo somos los únicos responsables de nuestras acciones que muchas veces son guíadas por temores, rencores o ambiciones que terminan por desviarnos de nuestro camino y de nuestros seres queridos.

Es cierto que algunas cosas restan fuerza a la trama: como la tardía confesión del mayordomo de Harry Osborn, o el chantaje al que este somete a Mary Jane que queda un tanto suelto, pero, se mantiene la apuesta por el drama humano de este super héroe que, como lo expresaron en una escena de la segunda parte, «no es más que un muchacho».

 

Diana Ospina Obando

Diana Ospina Obando

Escribir, leer, ver películas, viajar...¿me faltó algo?