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El #Cinetflix de hoy se lo dedicamos al director Jeremy Saulnier de quien se han añadido recientemente dos de sus tres películas en Netflix: Green Room y la reciente Hold the dark. De la primera se encargó Samuel Castro yo me quedé con la oscura e inquietante última entrega de este director norteamericano.

La película es la adaptación de la novela del mismo nombre escrita por William Giraldi, publicada en 2014, que aparece descrita por algunos como “ un viaje al corazón de la oscuridad.” La película, lo aseguro, es precisamente eso.

La acción sucede en Keelut un pequeño poblado perdido en la fría Alaska en donde los lobos se han llevado a algunos niños. La madre de la última victima ha contactado a Russell Core, un especialista en estos animales salvajes, con la ilusión de que busque a los causantes de su desgracia.

Medora Slone, la angustiada madre, se convertirá rápidamente e un enigma para Core que no tarda en descubrir que los lobos no son los únicos animales salvajes que habitan estas tierras.

Alexander Skarsgård, quien encarnó a Tarzán en la versión del 2016, aparece aquí convertido en el impredecible y misterioso Vernon Slone, padre del menor, que regresa herido de una lejana y calurosa guerra en busca respuestas.

Sin desearlo y sin entender por qué el destino de Core terminará mezclándose con el de esta pareja que se conoce desde niños, que ha crecido allí, en estas tierras duras en las que los instintos primarios emergen sin control.

Saulnier aprovecha al máximo las locaciones de Alaska en las que el frío, la naturaleza indómita y la falta de leyes reinan. La civilización está muy lejos y solo los instintos básicos  parecen tener cabida aquí.

Secretos, historias a medias, Core enfrenta sus propios temores y su resquebrajada historia familiar mientras se adentra en las tierras indómitas de los Slone donde la oscuridad ha ganado.

Valga aclarar que, como lo hiciera en Green Room, Saulnier no teme ser gráfico y explícito cuando toca y no escatima recursos para mostrar la llegada del horror. Aquí, además valiéndose de numerosos simbolismos y metáforas proporcionados .

Igualmente, aunque los personajes habiten enormes espacios abiertos aquí también, como los miembros de la banda de rock asediados por neonazis de la película anterior, se encuentran atrapados y a merced de fuerzas misteriosa que no controlan.

La película se toma su tiempo para crear su particular atmósfera y desarrollar a los personajes, en medio del ritmo, a veces pausado, se incrustan unas memorables secuencias de acción y violencia. No apta para sensibles.

 

Diana Ospina Obando

Diana Ospina Obando

Escribir, leer, ver películas, viajar...¿me faltó algo?