Mi recomendada de hoy en #Cinetflix es la ganadora del Oso de Oro en Berlín el año pasado y actual nominada al Oscar a mejor película extranjera. Se trata de On Body and soul.
Gran parte de la acción de esta película sucede en un espacio que no solemos ver mucho en el cine: un matadero. La directora y guionista húngara Ildiyó Enyedi no teme introducir la cámara en este lugar, que puede ser brutal y despiadado, en el las vacas se transforman en pedazos de carne. Allí, en ese sitio en el que la sangre está por todos lados, trabaja Edre hace ya un buen tiempo. Su cotidianidad, más bien rutinaria, se verá interrumpida por la recién llegada, Mária.
Mária es un mujer particular, distante, fría, poco a poco iremos entendiendo que las relaciones personales le cuestan, así como comunicarse o establecer algún tipo de contacto con otro.
Edre, por su parte, posee un impedimento físico que lo acompaña. A pesar de su aparente buen humor ha optado por vivir también en soledad.
Enyedi construye con sutileza un mundo en el que lentamente y, sobre todo, de una manera inesperada y bellamente orquestada, estos dos personajes se acercarán a pesar de lo difícil que parece ser que esto suceda.
La película se centra en el aspecto sensorial, los roces, la luz, los colores. La incipiente relación entre ellos dos se construye, precisamente, en ese plano que es, lentamente, cada vez más importante para los protagonistas.
Los animales, los vivos y los muertos; la sangre como símbolo de vida y amor; el blanco, de las paredes del matadero y de la nieve; son algunos de los elementos utilizados por esta directora húngara que se transforman en poderosas metáforas.
Sencilla, narrada lentamente deteniéndose en los detalles, con repentinos chispazos de humor. No es una película tradicional y su desarrollo puede no gustar a más de uno pero aconsejo acercarse a este sutil fábula contemporánea a ver si su embrujo los cautiva.
