El guionista y director Louis Bélanger es el Invitado de honor a la muestra de Cine Canadá que se realiza en Bogotá desde el 28 de junio hasta el 5 de julio. Belánger llegó puntual a nuestra cita en cine Tonalá, donde lo esperaba junto con Myriam Bautista, mi colega de CBcine, para conversar un rato. Amable, cordial y sencillo, para él es la segunda vez, en otra oportunidad visitó Panamá, que toca suelo de América del Sur y está feliz de estar aquí. De Bogotá, quién lo creyera, le ha gustado, lo que ha visto, su arquitectura, el verde que se cuela por la ciudad con las montañas y los árboles, y, sobre todo, el ambiente cultural que siente activo, curioso.
Bélanger viene de un país o, mejor, de una región, el Québec, en donde el gobierno apoya con fondos públicos la industria cinematográfica. Esto es posible, nos explica, porque entendieron que el cine no podía ser visto sólo como un negocio sino como un acto cultural necesario para la construcción de una identidad propia como país. Es por eso que un artista allá, nos comenta, siente no solo que debe existir sino que hace parte y contribuye a una riqueza colectiva necesaria. En el caso del cine podemos constatar como esto se materializa en una producción cinematográfica rica y variada, como lo prueba esta muestra. Bélanger, por ejemplo, nos señala que en los últimos años en los principales festivales del mundo, Cannes, Sundance, Berlín, etc. siempre hay un filme canadiense participando y también , películas de ese país, han nominadas recientemente, en varias ocasiones, en la categoría de mejor película extranjera de los premios Oscar.
Bélanger señala que hay toda una nueva generación de cineastas canadienses haciendo propuestas arriesgadas e interesantes, sin temer nada, como, por ejemplo, Xavier Dolan. Entre sus favoritos están Jean -Marc Vallé quien le parece que con Dallas Buyers Club logró mostrar que una película independiente puede ser.
recibida por un gran público. En su lista también está Denis Villeneuve. amigo suyo, a quien conoció en la universidad y al que vio, desde el inicio, como alguien llamado a ser un gran director. Pocos saben, nos cuenta, que gran parte de Arrival fue grabada en una pequeña ciudad de Canadá.
Durante el festival de cine canadiense se presentarán cuatro películas de Louis Bélanger. Las malas hierbas, su más reciente producción fue la escogida para abrir la muestra.
Myriam y yo disfrutamos esta historia en la que un actor abrumado por las deudas que le causa su afición al juego y las apuestas termina, tras una sucesión de acontecimientos inesperados, viviendo con un hombre en el campo que ha iniciado un cultivo de marihuana. Sobre esta película nos cuenta Bélanger que hacerla tomó cinco años.
Lo más largo fue el proceso de escritura que realizó junto con Alexis Martin, uno de los protagonistas con quien ya había trabajado antes en Route 132, un road movie. Precisamente el proceso de grabación en carretera que vivieron durante el rodaje de esa película, cambiando constantemente de escenario y desplazándose con todo el equipo, los convenció a los dos, de que el siguiente proyecto debería transcurrir en una sola locación. Además, Bélanger, quería hacer una película cuya historia transcurriera durante el invierno, “en Canadá vivimos seis meses al año en invierno y este, inexplicablemente, no aparece casi en el cine”. A estas dos certezas se sumaron otras tras el deceso de un amigo cercano de Bélanger, a quién está dedicada la película, sobre el que nos contó que era “un analfabeta que vivía en el campo, aislado. Él me llevaba a pescar y sosteníamos largas conversaciones. Es, sin duda, una de las personas mas inteligentes que he conocido, todo un filosofo de la vida. Tras su muerte pensé que quería contar una historia donde alguien de la ciudad, alguien catalogado como culto, se encontrara con la inteligencia rural en una situación en que estén obligados a convertirse en familia. En realidad no quería hablar de la marihuana pero esta fue una excusa. Por otra parte, metafóricamente funciona porque la relación se desarrolla a medida que la planta crece.” La película consigue equilibrar de manera afortunada, como lo deseaba su director, drama y comedia mientras nos muestra las relaciones que se establecen entre estos dos hombres y posteriormente una mujer que, por equivocación, termina sumándose al proyecto. Cada uno de los tres, podría ser calificado, como se dice coloquialmente, una “mala hierba” (otro guiño al título) pero que, de alguna manera, en esa particular empresa que deben emprender juntos lograrán una especie de redención.
A Bélanger, como se puede comprobar al ver sus otras películas, le interesan las historias de la gente común y corriente a la que, de repente, parece sucederle algo extraordinario y termina transformándose frente a nuestros ojos.
Sobre el cultivo de la marihuana en Québec, Bélanger nos contó que, para su sorpresa, muchas personas se dedican a él, hombres, mujeres, familias enteras que no corresponden al estereotipo que uno podría tener sobre quiénes se dedican a esta actividad, y que lo hacen, sin cuestionarse moralmente, tras años de dedicarse a otros cultivos buscando ganar , al fin, el dinero que los compensará por años de trabajo. Sin embargo, anota, este escenario está al borde de cambiar ya que el próximo año debe concretarse una de las promesas de campaña de Trudeau, el primer ministro canadiense, legalizar el cultivo de marihuana que pasaría a ser controlado por el estado.
No pudimos evitar preguntarle a este director y guionista canadiense su opinión por la controversia actual que se ha suscitado alrededor de plataformas como Netflix que algunos acusan de tener efectos muy nocivos sobre la industria cinematográfica. Al respecto Bélanger comentó: “estamos en una profunda mutación y hay mucho temor. Mi primer reflejo fue negarme a acercarme a este tipo de canales de distribución pero con el tiempo entendí que no tenía sentido quedarse rezagado. Hay muchas cosas que no me gustan de este sistema económico en donde para poder ver todo lo que desearía tendría que estar suscrito a numerosas plataformas, tampoco me gusta que Netflix pareciera ganar por todos lados tener los productos pero no retribuir de la manera como debería hacerlo. También me preocupa enormemente la piratería, tan común entre los jóvenes, que parecen desconocer por completo la noción de derechos de autor. Sin embargo, decidí que no tiene sentido quedarse llorando así que con mi equipo y junto con otros tomamos la decisión de crear nosotros un sitio para poner nuestras películas online y que las personas puedan verlas cuando quieran pagando solamente alrededor de un dólar por hacerlo. Todos los que disfrutamos el cine le debemos mucho a las antiguas tiendas de alquiler de películas , me parece que las plataformas son una manera de mantener esto vivo y , sobre todo, de permitir a las películas que no fueron enormes éxitos en taquilla estar a disposición de un público más amplio que de otra manera no tendría la oportunidad de verlas. “
El sitio que menciona Bélanger es www.coopvideo.ca en el que se pueden ver reunidos numerosos cineastas canadienses y un listado de sus películas que, esperamos, pronto estén disponibles online.
Mientras esto sucede solo nos queda a nosotras recomendarles no desaprovechar la oportunidad de ver en la gran pantalla, como mejor se disfruta el cine, la retrospectiva que de este interesante director hace la muestra de Cine Canadá 2017.