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El director José Luis Cuerda emprendió la tarea  junto a Rafael Azcona de convertir tres cuentos de Manuel Rivas en una película. Los tres cuentos pertenecen al libro ¿Qué me quieres amor? escritos sin la pretensión de que hicieran  parte de una misma historia,  fueron pues, los guionistas los que crearon los lazos necesarios para entretejerlos.

Gracias a esto en la película ocurren varias historias paralelas: la de Carmiña y su perro Tarzán, la del saxofonista  que descubre el amor de una manera inesperada y, sobre todo, la de Moncho un niño asustadizo que empieza a descubirir el mundo de la mano de su maestro, el señor Gregorio.

La película cuenta, con tono pausado, los meses anteriores al inicio de la guerra civil española.

Mientras el mundo se abre ante Moncho el espectador contempla el escenario de un frágil equilibrio que está próximo a destruirse para siempre. Algunos indicios lo presagian, se avecina una tragedia.

El mayor mérito de la película, a mi modo de ver, es mostrar de una manera muy sencilla la profunda herida que va producir la guerra en el alma de los españoles. No se trata solo de muertos, de destrucción y armas, se trata de enfrentarse los unos a los otros. Ya lo señaló la historiadora Diana Uribe en su programa sobre la guerra civil española, lo más duro de una guerra civil es que enfrenta a los amigos, a los vecinos que han crecido juntos, escinde una sociedad, hace pelear a los de la misma sangre. Cuerda seguramente vió esto en los cuentos de Rivas y deseó  llevarlo al cine sin muchas explicaciones, sin análisis y sobre todo sin buscar redimir a sus personajes que es sin duda para mí, lo más doloroso de todo.

De la mano de Moncho conocemos a los habitantes de su pueblo en Galicia, sus temores y sueños.  Percibimos la llegada del primer amor y nos dejamos seducir por el silencio de ese maestro solitario que es don Gregorio quien está dispuesto a utilizar un método de enseñanza que no tenga que ver con el castigo físico. ¿No es un maestro acaso ese que puede hablar de diferentes cosas, que puede escuchar a sus alumnos, entender sus temores y llevarlos a descubir el mundo que los rodea? Eso es este hombre mayor que sueña con una generación de españoles que crecerá libre, libre al fin para producir el cambio, libre al fin para no ser detenida jamás.

Pero se avecinan tiempos difíciles…. Cuerda se aleja del sentimentalismo y nos otorga esta narracón sentida, pausada y dolorosa.

¿Qué le deparará el destino a Moncho tras la terrible escena final? , ¿si a corta edad nos descubrimos traicionando lo que más hemos amado qué  futuro estoy llamado a construir?

La pregunta queda abierta.

 

Diana Ospina Obando

Diana Ospina Obando

Escribir, leer, ver películas, viajar...¿me faltó algo?