Skip to main content
Blog

Memorial de agravios (I parte)

By mayo 6, 2005abril 30th, 2021No Comments

En días pasados mis alumnos tuvieron que sopotar mis quejas. Así es la vida, tengo la fortuna de que se me pague por ser escuchada. He de decir que es un espacio privilegiado, conozco todo tipo de personas, nunca dejo de sorprenderme con sus vidas e historias personales y, además, en estos momentos de tan dificil escucha, es un refugio en el que se encuentran, a veces, oídos atentos. La docencia permite tocar vidas, a veces son roces sutiles, otras, ráfagas fugaces de las que no queda nada, con algunos se establece otro tipo de comunicación, algo que permitirá que uno «viva» en la memoria de esa persona. Solo por eso vale la pena enseñar, las penas son muchas, salarios malos, mucho trabajo que no es reconocido, alumnos nsoportables etc.. Pero, de repente, ocurre el milagro y todo cambia. Me gusta pensar que en un país tan convulsionado como este, en el que uno experimenta tanta impotencia, indiferencia y desazón hago mi pequeña contribución. Cuestionar, acompañar o simplemente escuchar a mis estudiantes es mi modesta labor… y creo que así se construye o mejora una comunidad pensante, crítica y respetuosa.
Sin embargo, la idea no era hablar de eso. En realidad mi interés era más prosaico, quería sentar mi protesta por ciertas cosas que me indignan. Por estos días, estoy ofendida con los videos musicales que se trasmiten en diferentes canales. Ni hablar de la riqueza musical o de las letras de la mayoría de las canciones, en general la cosa es para llorar y todo se podría resumir en : me haces falta; te perdí; no puedo vivir sin tí; y la peor, estás muy buena mami, y te daré lo que pides… En fin, independientemente de eso me tiene harta la saturación de caras de cantantes en muecas de simulación de extásis sexual. Francamente insoportable la mirada seductora, la boca entreabierta y las caderas bamboleantes mientras se tocan a sí mismas. De insinuación se pasó a la obviedad… Calzones al aire, brassieres descubiertos, gemidos.. ¿quién canta? todas se parecen: Britney, Cristina, o, lo peor, Shakira. Esa fue, probablemente, la gota que desbordó la copa. Ya había sido un impacto que de Pies descalzos pasará a danzas eróticas y que sin asomo de rumor cantara con el microfono entre las piernas pero bueno, se le perdonó.. pero la expresión de su rostro en su último video se convierte en una verdadera «tortura».

¿No hay nada más?, ¿de verdad todo se limita a los extertores del orgasmo? un instante rápido y efímero (lo que importa es lo que viene después). ¿El éxito en ventas radica en permitirle al publico visualizar la cara de la cantante en cuestión durante la exitación? ¿así se satisfacen los deseos? Qué se yo… pero el lugar común ya me tiene fuera de quicio.

Diana Ospina Obando

Diana Ospina Obando

Escribir, leer, ver películas, viajar...¿me faltó algo?