Anoche retomamos en twitter (aunque no recuperamos aún el ánimo) las recomendaciones de contenido disponible en Netflix disponibles con el hashtag #Cinetflix.
Samuel Castro @samuelescritor recomendó efusivamente el documental “The wrecking crew” anotando que el título hace referencia al apodo que le pusieron a los mejores músicos de sesión de los sesenta. Los llamaron así porque los músicos de sesión usaban saco y corbata, y estos llegaron con jeans y camisetas como una tropa de demolición. Aclaró que aunque el documental es del 2008, solo fue estrenado hasta 2015 porque tenían que pagar derechos musicales y esto fue finalmente posible gracias a la plataforma Kickstarter. Los músicos de “The crewcking crew” , para que se ubiquen, fueron los que tocaron 33 canciones número 1 en Estados Unidos como: «Be my baby», «Mr Tambourine Man”, «Good vibrations». Samuel señaló que parte de lo que hacía especial este documental es que se le nota el amor con que fue hecho ya que el director es hijo de de Tommy Tedesco, uno de los talentosos músicos retratados. Samuel cerró su recomendación de la siguiente manera: “A los músicos de “The wrecking crew” se les debe el muro de sonido de Phil Spector. Sin ellos no habría existido “The monkees. ¿Qué más puedo decir? Es un documental esdrújulo: para cinéfilos, melomanos y nostálgicos. “
Por mi parte hice una recomendación doble: película y libro. Y es que efectivamente es uno de esos casos, no tan usuales, en que de un libro fantástico hacen una gran película.
Me refiero a Tenemos que hablar de Kevin (We need to talk about Kevin) estrenada en el 2011 y dirigida por Lynne Ramsay quien también participó en el guión. La novela, publicada en 2003, también fue escrita por una mujer, la talentosa Lionel Shriver, y en los dos casos se siente una aguda y sensible mirada femenina. La trama gira entorno a la independiente y aguerrida Eva quien ve con dificultad cómo su vida se trastoca con el nacimiento de Kevin, su particular hijo. No solo es difícil ser madre y dejar atrás una vida más ligera de responsabilidades sino que además Kevin no es un niño como los demás. No importa cuánto la compungida y atormentada madre intente comunicárselo a otros, todos parecen ciegos frente a este niño manipulador, agresivo e impredecible y, sin embargo, será a ella a quien culpen cuando los actos de su hijo le den la razón.
La actuación de Tilda Swinton es un portento. Sus silencios y mirada lo dicen todo.John C Reilly, por su parte, está impecable como el hombre que soñaba tanto con ser padre que no puede, no quiere, reconocer, los verdaderos alcances de su propio hijo.
No se queda atrás Ezra Miller como Kevin demostrando el enorme potencial que tiene en este complejo personaje. Lynne Ramsay sabe extraer lo esencial del libro y se mantiene fiel a su espíritu y estructura a la que le suma una cuidada estética visual.
Mención aparte merecen los planos, la utilización del color (en especial el rojo) y la manera como la cámara acompaña las acciones.
Y aunque se trata, de verdad, de una gran película en la que nada sobra o falta recomiendo no dejar de leer la novela que es un portento. Compuesta exclusivamente por las cartas escritas por Eva a su marido entendemos aún más a esta madre que posee, un incisivo sentido del humor y un profundo espíritu crítico que quedan fuera de la adaptación cinematográfica. Por último, es una novela que (tras una larga investigación) ahonda en el drama de las masacres estudiantiles en USA, por desgracia, aún tan vigentes, desde una perspectiva familiar, intima, sin dejar jamás de lado la responsabilidad que, como sociedad, tenemos en ellas.
Es así como con un menú bien variado, documental, música, drama y literatura cerramos el #Cinetflix de esta semana esperando que en la próxima nos pueda acompañar Juan Carvajal @JCine