Mi recomendada del día de hoy en #Cinetflix es un thriller psicológico. Se trata de “The gift” la encuentran en Netflix traducida, literalmente (menos mal) como «El regalo».
Esta es la primera película escrita y dirigida por Joel Edgerton a quien probablemente ubiquen más rápidamente por su trabajo como actor. Ha trabajado en múltiples películas como «Black Mass» o la reciente «Bright» (es el orco).
La historia de «El regalo» gira entorno al matrimonio compuesto por Simon y Robyn que acaban de dejar Chicago para trasladarse a vivir a Los Ángeles. Todo parece ir bien para esta joven pareja que ha adquirido una hermosa casa en la cual instalarse.
En su camino no tardará en cruzarse Gordo, interpretado por el propio Edgerton, un antiguo compañero de la escuela de Simon que se los encuentra por casualidad. Este reencuentro aparentemente anodino será el punto central de esta historia.
¿Quién es realmente este hombre del pasado que empieza a buscarlos con insistencia? Robyn no tarda en sentir que algo extraño se esconde y que su marido, quizás, no le ha contado toda la historia.
Edgerton maneja de manera afortunada los elementos propios del thriller, empezando por un guión que va suministrando la información a cuentagotas mientras la tensión crece.
La cámara acompaña muy bien la acción. El director sabe cuándo cerrar los planos para angustiarnos o generarnos sensación de opresión y cómo ir sembrando de pequeños indicios claves ciertas secuencias.
Al inicio, se nos presenta la casa abierta y luminosa en la que la pareja se instala. Espacio que se irá modificando y cargando de oscuridad a medida que avanza la acción.
Difícil que el espectador no se sobresalte o angustie con el giro que tomarán lentamente los acontecimientos. ¿Conocemos realmente a quiénes nos rodean? ¿Vale la pena desenterrar el pasado?
A Jason Bateman seguramente muchos lo han visto en comedias. Aquí es interesante verlo, muy lejos del registro humorístico (con esa cara de buena persona que tiene), interpretando a un personaje complejo al que vamos descubriendo poco a poco
Además de todo lo anterior creo que la película termina por poner el dedo en la llaga sobre un tema cuyas implicaciones no pierden actualidad y que, para no adelantar nada, se relaciona con la fuerza increíble que tienen las palabras.
